TRATAMIENTOS DE INTOXICACIONES AGUDAS CON HEMOPERFUSIÓN.
La hemoperfusión es una técnica mediante la cual la sangre del paciente es directamente filtrada a través de una columna de carbón activado o de resina.
Generalmente la hemodiálisis y la hemoperfusión han sido métodos elegidos para la remoción rápida y eficiente de drogas o medicamentos determinados. En la hemoperfusión las toxinas son extraídas de la sangre mediante la absorción directa de la droga por el carbón activado o la resina. Hay diferentes tipos de carbón activado disponible, los cuales contienen de 90 a 300 g de carbón activado. Con relación a la resina, se encuentra la columna de resina que contiene Amberlita XAD-4 que es una resina hidrofóbica no polar con afinidad para muchas drogas como la glutetimida y los barbitúricos.
El procedimiento depurador de la hemoperfusión requiere el empleo de una bomba de sangre y el acceso de vías sanguíneas similares a las empleadas en la hemodiálisis. Esto generalmente se logra con la inserción de dos catéteres en el interior de una o ambas venas femorales llevándolos a la vena cava inferior. También pueden ser colocados en la vena subclavia o una vena principal periférica. Con estos catéteres se logra un flujo sanguíneo hasta de 300 ml / min. Los catéteres pueden ser extraídos después del procedimiento o dejarse colocados para repetir la hemoperfusión si es necesario en los días siguientes.
La Hemoperfusión consiste en la eliminación de toxinas o metabolitos de la circulación de la sangre por medio de la diálisis a través de un circuito extra corpóreo adecuado y el uso de sustancias adsorbentes.